Hay numerosas razones por las que los jóvenes toman drogas, como por ejemplo, si tienen problemas en casa o cuando se ven tentados por la curiosidad, inseguridad, miedos e impulsividad que la adolescencia conlleva. Las depresiones y la aceptación social juegan un papel importante y muchos acaban consumiendo drogas para sentirse aceptados o aliviar su inseguridades, evadiéndose así de una realidad que, tarde o temprano, les acaba golpeando.