Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) inicia su carrera literaria tras el desastre del 98, fecha de la pérdida de las últimas colonias españolas y época en la que España era un país rural, con una industrialización creciente en focos alejados del poder político, altos niveles de analfabetismo y una gran conflictividad social que el régimen de la Restauración no sabía solucionar. Luces de bohemia (1920-1924), su primer esperpento, retrata el estado de degradación de España en esta época regida por la Restauración, que se trataba de un sistema corrupto y caciquil donde el incipiente movimiento obrero no tenía una fácil entrada en el poder. En esta obra, Valle-Inclán nos aproxima a la vida bohemia, un modo de vivir como una forma de entender el arte y la vida; Desde el punto de vista literario, Valle-Inclán es una mezcla de modernismo, vanguardismo y preocupación noventayochista. El esperpento de Valle se relaciona con muchas otras fórmulas de hacer teatro presentes también en la literatura española. En cuanto a la comedia burguesa, su principal representante de la comedia burguesa es Jacinto Benavente, con obras como Los intereses creados (1907). También destaca el teatro escrito en verso, mezcla de Romanticismo y Modernismo, con autores como Eduardo Marquina con En Flandes se ha puesto el sol (1910). En tercer lugar, encontramos un teatro cómico con obras como Las de Caín (1908) de los hermanos Quintero. Por último, durante esta época surgen diferentes intentos de renovación teatral por parte de autores del 98 y del 27, como Unamuno, Azorín, o García Lorca. En esta corriente se inserta Luces de Bohemia, añadiendo originalidad, deformación y sátira.